Preguntas Frecuentes relacionadas con el sistema sifónico de evacuación pluvial
En los últimos años estamos observando mayores intensidades y menores duraciones de aguacero, lo que supone una necesidad creciente de mayor protección en las cubiertas de los edificios de cara a evitar los desbordes de canalones o las sobrecargas excesivas que tengan que soportar las cubiertas, sobre todo las planas / sin importar si son planas (deck) o de arquitectura compleja.
El sistema sifónico de evacuación pluvial es una manera ideal de aportar esta necesidad de mayor protección repentina, debido a su gran velocidad de evacuación y al no implicar el uso de diámetros de tuberia excesivos (el mayor es 315mm).
Cabe destacar el hecho de que el sistema sifónico de evacuación pluvial puede diseñarse como un sistema de evacuación pluvial secundario (enlace a contenido donde explicamos este tipo de sistema con foco en reformas) para dar una protección extra al sistema de evacuación ya instalado, sin importar si es un sistema gravitatorio u otro sistema sifónico de evacuación pluvial.
Por supuesto. De hecho, la gran capacidad del sistema sifónico de evacuación pluvial para concentrar todo el caudal en un punto sin necesidad de depender de las pendientes del terreno y de los costes de realizar obra civil hacen que el sistema sifónico sea el “aliado” de la sostenibilidad hídrica y sus iniciativas de reciclado de aguas pluviales.
El sistema sifónico de evacuación pluvial junto a los Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible (SUDS) es la alianza perfecta que podemos hacer realidad en su proyecto (enlace a SUDS)
Los porcentajes medios de ahorro directo que manejamos al utilizar el sistema sifónico de evacuación pluvial dentro del sector están en torno al 30%. Depende de factores tales como el tipo de terreno y los costes de obra civil en los que el cliente deja de incurrir.
Un ahorro adicional difícilmente computable pero real es también la aceleración del planning de obra y la posibilidad de tener un drenaje provisional durante el proceso de construcción.
No existe un tipo de edificio mejor o peor. En todo el mundo y en edificios de todo tipo, se utiliza el sistema sifónico de evacuación pluvial. Si bien los ahorros económicos son mayores cuanto mayor sea la superficie de cubierta a drenar y la complejidad de la misma.
No, los sumideros del sistema sifónico de evacuación pluvial se adaptan a cualquier tipo de acabado o impermeabilización, ya sea esta una cubierta deck (“plana”) o con canalones.
La cantidad es mínima y siempre inferior a la necesaria cuando se emplea un sistema gravitatorio convencional.
Para intensidades de lluvia bajas el sistema trabajará por gravedad sin acumular prácticamente agua en la cubierta.
A medida que se produzca la transición al funcionamiento sifónico se acumulará mayor lámina de agua en la cubierta hasta alcanzar un máximo calculable y predecible para el momento de máximo rendimiento.
Es a partir de esa altura máxima dónde se pueden practicar los aliviaderos o rebosaderos, siempre recomendables para cualquier sistema de evacuación que se emplee.
Es precisamente para este tipo de lluvias cuando se requieren las mejores prestaciones del sistema sifónico de evacuación pluvial.
El sifónico, fruto de haber sido dimensionado para la lluvia máxima de diseño, funcionará tanto más en régimen sifónico cuanto más se acerque la intensidad real a la de diseño.
Por lo tanto, evacuará caudal cada vez más deprisa coincidiendo su máximo rendimiento con la mayor lluvia: pura eficiencia hidráulica de un modo natural.
Si bien los colectores no requieren de ningún tipo de mantenimiento a ser el sistema auto-limpiable por las altas velocidades de evacuación, es completamente necesario, como también lo es para el sistema gravitatorio, el limpiar y verificar el estado de los sumideros en la cubierta al menos dos veces al año coincidiendo con las temporadas de mayor pluviosidad.
Cualquier modificación del sistema sifónico de evacuación pluvial requiere un recálculo del mismo por parte de un especialista que cuente con el software adecuado.
Pequeñas modificaciones no controladas pueden dar lugar a cambios significativos en la capacidad del sistema o hacer implotar las tuberías por un exceso de presión negativa.
Por un lado, el pozo de descarga ha de tener dimensión suficiente (un metro cúbico es un mínimo razonable en la mayoría de los casos) para laminar cualquier exceso de caudal además de estar ventilado con una superficie al menos igual a la sección de la tubería de descarga. Por otro lado, el diámetro de la tubería de salida del pozo y su pendiente han de ser suficientes para permitir que el agua fluya sin presión. Una premisa fundamental del cálculo es que la descarga se efectúa a presión atmosférica.
Aumentando el diámetro de las tuberías en los metros finales del tramo enterrado es posible volver a introducir aire o ventilar el sistema sifónico de evacuación pluvial de forma tal que la velocidad se reduzca a parámetros aceptables no superiores a 3 m/s.
Es siempre recomendable disponer de ellos, aunque siempre teniendo la precaución de que se sitúen a tal altura que no interfieran con la profundidad de carga de los sumideros.
Es difícil llegar a conclusiones que sean válidas de modo general, pero es comúnmente aceptado el hecho de que la mayor sonoridad se alcanza con volumen de llenado del 50% y el ruido es entonces equivalente al de un sistema de evacuación pluvial por gravedad.
No son necesarias en modo alguno. Se asumen líneas de drenaje planas siendo el espaciado de sumideros dependiente de los caudales a evacuar y las dimensiones del canalón o el peto de una cubierta plana.
Hasta un tercio de los sumideros podrían verse atascados sin mayores consecuencias que las de un aumento de la lámina de agua ya que el resto de sumideros pueden asumir el exceso de caudal. No obstante, es importante recordar que un mantenimiento adecuado del sistema sifónico de evacuación pluvial reduce los riesgos de atascos.
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